Aunque no ha sido fácil, hoy, las mujeres que se desempeñan en la construcción de la Sala Cuna del nuevo Hospital Marga Marga en Villa Alemana miran hacia atrás con orgullo por todo lo logrado: de ser amas de casa, dieron el salto a la independencia y se capacitaron en oficios tradicionalmente masculinos. Fue así, como nació el equipo denominado “Pioneras1”.
Hoy, con el apoyo de Fundación “Umbral” y el respaldo de Soquimich, en la recóndita comuna de María Elena en la región de Antofagasta, un grupo de mujeres de la zona inicia este camino de la capacitación con miras a desempeñarse en puestos de trabajo del ámbito de la minería y afines que habitualmente han sido ocupados por hombres.
Carolina Corti, directora de la Fundación “Umbral” e impulsora de esta iniciativa, dio la “bienvenida a este nuevo grupo de mujeres que hoy inician una etapa que cambiará sus vidas para siempre, nuestras queridas y valientes mujeres que ahora integran el grupo de Pioneras 2” y llamó a seguir el ejemplo de “Nicole, Claudia, Daisy y Gisella, cuatro mujeres que se atrevieron y hoy forman parte del equipo que construye el primer hospital con perspectiva de género”.
Nicole Jeria, capataz de obra civil del Hospital Marga Marga, llamó a este nuevo grupo de mujeres a “empoderarse y ser perseverante en lo que estamos logrando en este nuevo mundo de cambios. Estamos acá demostrando que sí podemos, que nuestro talento va más allá de los límites, nosotras no tenemos límites (..) al final, uno encuentra caminos, encuentra personas como la Fundación “Umbral” que nos ha apoyado, nos ha hecho crecer como mujeres, creernos el cuento y ser capaces de liderar un mundo que está realmente masculinizado”.
Otra de las mujeres que llamó a sus pares de María Elena a empoderarse y atreverse, fue Claudia Montenegro, quien se desempeña como maestra primera en obras civiles del recinto hospitalario. Para ella, la edad no fue un impedimento para perfeccionarse.
“Van a encontrarse con cosas duras pero no bajen los brazos, sigan arriba, no es tarde para que comiencen a estudiar, tengo 43 años y me di la oportunidad de estudiar, de ser feliz con lo que me gusta, de buscar más allá. Tienen que seguir el camino que nosotras ya empezamos y necesitamos que ustedes sigan abriéndonos paso, que no se cierre esto en un círculo, sino que se extienda y se abra más allá”.
Para Daisy Valderrama, ayudante de obra civil, lo más difícil fue dejar en la casa a su pequeña hija para ir a trabajar, sin embargo, hoy se alegra se su decisión.
“Al entrar a trabajar, era obvio que tenía que desapegarme. Este trabajo me ayudó a creer en mí, porque una no piensa que es capaz de hacer muchas cosas en la construcción, sobre todo como mujer. Gracias a “Umbral” que nos han ido capacitando, nos han ayudado mucho, nos han enseñado a empoderarnos y hemos podido seguir con esto”.
Gisella Arellano, ayudante de obra civil, valora la independencia que este trabajo le ha otorgado.
“El concepto que yo les quiero dejar es de la autonomía, que una en realidad no lo piensa porque siempre ha estado acostumbrada. Yo también fui dueña se casa, estuve casi 20 años encerrada en mi casita, súper cómoda, donde mi marido proveía todo y se hacía lo que se podía con la solvencia económica que él traía, en cambio hoy, hay otra realidad. Dar el paso de trabajar y ser independiente económicamente, les va a abrir un montón de puertas”.
Recordemos que la Fundación “Umbral”, es una organización integrada por un grupo de mujeres profesionales cuyo interés apunta emparejar la cancha en oficios no tradicionales y masculinizados.
@fundacionumbralchile
www.umbral.cl
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