Desde el año 2012, en Chile, entró en vigencia la denominada ley “Emilia”. En esta, se establece la pena de cárcel para aquellas personas que conducen en estado de ebriedad, siendo el país que posee mayor castigo por esta conducta. De hecho, se equipara con otros delitos más graves como, por ejemplo, la estafa.
Para defenderse ante estas situaciones, se debe recurrir a los servicios de un abogado penal. En este sentido, desde Defensa Manejos, ponen a disposición un equipo de especialistas en esta área, dirigidos por Jorge Ignacio Robles Zañartu. Este ha dedicado su trayectoria y ejercicio profesional a este tipo de casos, garantizando a sus clientes una defensa de calidad y con los mejores resultados.
Sanciones por conducir en estado de ebriedad en Chile
La sanción aplicada a aquel individuo que es sorprendido cometiendo este delito va a depender principalmente de los daños o lesiones ocasionadas. Si no ha causado daños o estos son materiales o lesiones leves, puede ser sentenciado a entre 61 y 540 días de cárcel. Adicionalmente, se aplica una multa que varía entre 2 y 10 unidades tributarias mensuales (UTM). Otra de las medidas impuestas es la suspensión de la licencia de conducir por un periodo de dos años, al ser sorprendido una primera vez. Para una segunda ocasión, la suspensión es de cinco años y, si se da una tercera, se cancela definitivamente la licencia.
Ahora bien, si se han causado lesiones graves o menos graves, la pena de cárcel puede variar entre 541 días y tres años. En este caso, la multa sería de entre 4 y 12 UTM. La suspensión de la licencia es por 36 meses si las lesiones producidas son menos graves, y de cinco años si son graves. En caso de reincidencia, será un juez quien decida si se cancela la licencia o no.
Los conductores ebrios pueden ser penados hasta con 10 años de cárcel
Por otro lado, si quien conduce en estado de ebriedad causa lesiones gravísimas, puede ser sentenciado entre tres y cinco años de cárcel. A esto, se le suma una multa de 8 a 20 UTM, inhabilidad perpetua para conducir y el comiso del vehículo con que se ha cometido el delito, sin perjuicio de los derechos del propietario en caso de ser otra persona.
Cuando se ha causado la muerte de un individuo, la pena de cárcel puede ser de tres a diez años. Al igual que en el caso anterior, a esto se añade el pago de 8 a 20 UTM, la cancelación perpetua del permiso para conducir y el comiso del automóvil.
Con la asesoría de un abogado penal, es posible conseguir que la sentencia por conducir en estado de ebriedad sea lo más justa posible. Por tanto, recurrir al equipo de Defensa Manejos puede ser una excelente alternativa. Estos se especializan en los casos de delito por conducir en estado de ebriedad, por lo que tienen conocimiento de todo el procedimiento a realizar y encontrarán el camino que dé mayores beneficios a sus representados. De hecho, en la mayoría de los casos de presidio menor en su grado mínimo, los clientes consiguen su libertad.