Un anhelado sueño tenían los padres y apoderados de la escuela municipal de villa San Pedro en Pucón, que era poder dotar al establecimiento de una sala especialmente acondicionada para la educación pre- básica. Esta espera llegó a su fin esta mañana, cuando el alcalde de la comuna, Carlos Barra en compañía de la coordinadora nacional de la fundación “Viento Norte – Viento Sur” de Bélgica, Angélica Hernández, junto al director de la escuela José Vidal y al Daem, Alejandro Durán, entre otros invitados especiales, cortaron la cinta de esta nueva sala que albergará a los pequeños de kínder que asisten a esta emblemática escuela rural de Pucón.
La nueva edificación, fue posible gracias al trabajo conjunto del Centro General de Padres y Apoderados de la escuela, el Departamento de Educación Municipal y la Fundación Viento Sur Viento Norte de Bélgica, la cual funciona en la ciudad de Lieja y que en estos momentos está apoyando a 3 establecimientos en Chile, de los cuales uno de ellos, es la escuela de Villa San Pedro.
“ Para mí ha sido una tremenda oportunidad apoyar desde Bélgica a la educación rural, porque realmente creo firmemente en la educación, sobre todo en la educación parvularia que es clave para que un niño se pueda desenvolverse durante el resto de su vida. Todavía nos queda un par de años para seguir apoyando, sobre todo acá en Pucón”, dijo la representante de la fundación Belga, Angélica Hernández.
Por su lado el alcalde de Pucón, Carlos Barra, agradeció el trabajo y compromiso del departamento de Educación Municipal, ya que fueron ellos quienes lograron contactar a esta fundación para que apoyara esta iniciativa. “Estamos muy contentos, los esfuerzos comenzaron hace 11 años y se veían muy lejanos. Hoy agradezco a la fundación que se suma al esfuerzo de padres, apoderados y profesores. Acá uno se siente satisfecho porque son los niños quienes reciben este beneficio que les permitirá mejorar su aprendizaje y bienestar”.
Para esta inauguración, la escuela tenía preparada una gran celebración, donde no podía estar ausente la música con interpretaciones de los propios alumnos que deleitaron a los presentes, finalizando con un recorrido por la nueva sala y un cóctel de camaradería.