A medida que se acerca el 14 de octubre de 2025, fecha oficial para el fin de soporte de Windows 10, muchas empresas centran su atención en la necesidad de actualizar. Sin embargo, un análisis superficial de los riesgos puede ocultar la verdadera complejidad técnica y el coste operativo que esta transición supone para los departamentos de TI.
El verdadero alcance del cese de soporte, un punto que subraya el equipo técnico de Applivery basándose en su análisis, va mucho más allá de no recibir nuevas funcionalidades. Implica la interrupción total de los parches de seguridad. Esto no es un riesgo genérico; significa que cada nueva vulnerabilidad descubierta se convierte en una puerta de entrada para ataques Zero-Day, donde los ciberdelincuentes pueden explotar fallos sin que exista una solución. Para sectores regulados como el financiero o sanitario, operar con sistemas sin soporte es una violación directa de normativas como GDPR, HIPAA o PCI-DSS, acarreando severas sanciones.
A esto se suma la inevitable degradación de la compatibilidad. Con el tiempo, no solo el software de productividad, sino también los controladores de hardware y las aplicaciones críticas de negocio dejarán de ser probados en Windows 10, provocando fallos inesperados y tiempos de inactividad que impactan directamente en la operación.
La migración a Windows 11: un salto de arquitectura, no una simple actualización
La transición a Windows 11 es un proyecto que consume una cantidad ingente de recursos precisamente por su naturaleza. No se trata de un cambio de interfaz, sino de un salto a una arquitectura de seguridad superior. La exigencia del chip TPM 2.0 es la base para habilitar capas de protección avanzadas como la Seguridad Basada en Virtualización (VBS), que aísla procesos críticos del sistema, y la Integridad de Código Protegida por Hipervisor (HVCI), que previene la ejecución de código malicioso en el núcleo del sistema operativo.
Implementar y validar estas tecnologías en toda una flota de dispositivos requiere una planificación meticulosa y un alto grado de especialización técnica, monopolizando inevitablemente al equipo de TI.
El coste oculto: cuando la migración paraliza la gestión diaria
Aquí reside el verdadero desafío: mientras el equipo técnico está inmerso en la compleja migración de los PCs, la gestión de la flota de dispositivos móviles (iOS y Android) no se detiene. La incorporación de nuevos empleados, la distribución de aplicaciones corporativas y el mantenimiento de la seguridad de estos terminales siguen siendo tareas críticas y urgentes.
Para evitar que la migración de Windows canibalice por completo los recursos de TI, es fundamental automatizar la gestión del resto de los endpoints. Soluciones como Applivery, una plataforma de Gestión Unificada de Endpoints (UEM), están diseñadas para resolver este problema. Applivery centraliza y automatiza todo el ciclo de vida de los dispositivos a través de sus capacidades de MDM (Gestión de Dispositivos), asegurando un control integral.
Mientras el equipo de TI se enfoca en el proyecto de Windows, Applivery se encarga de:
Automatizar el alta de nuevos dispositivos mediante los programas de inscripción del fabricante.
Distribuir y actualizar aplicaciones críticas con un solo clic a través de una App Store Empresarial privada.
Generar informes de seguridad y cumplimiento al instante para asegurar que la flota móvil sigue protegida y alineada con la normativa.
Afrontar con éxito este cambio requiere no solo un plan de migración, sino una estrategia inteligente que libere recursos. La adopción de una plataforma UEM como Applivery permite a las empresas enfocar su talento donde más se necesita, garantizando una transición segura sin sacrificar la operatividad. Precisamente para guiar a las empresas a través de estos desafíos, Applivery comparte en su blog análisis técnicos y estrategias prácticas, un recurso diseñado para que los equipos de TI tomen decisiones informadas y seguras.
Acerca de Applivery
Applivery es una plataforma de gestión unificada de dispositivos (UEM), que facilita el control de dispositivos Android, Apple y Windows en las organizaciones. Su interfaz intuitiva permite implementar y administrar aplicaciones y dispositivos de manera rápida y sencilla, reduciendo el tiempo de puesta en marcha. Applivery se enfoca en la seguridad, permitiendo gestionar políticas y monitorear en tiempo real el estado de los dispositivos.