Cada vez son más las ciudades que apuestan por ampliar sus carriles bici, y lo hacen con un aliado único en el mercado: el separador de carril bici fotoluminiscente de Abadecom Urban, una solución pionera que combina seguridad, sostenibilidad e innovación. El producto desarrollado por la compañía es uno de los únicos del mercado que incorpora fotoluminiscencia, lo que le permite absorber la luz durante el día y emitirla durante la noche, aumentando de forma significativa la visibilidad en condiciones de poca iluminación.
Esta tecnología mejora la seguridad tanto de ciclistas como de peatones y conductores, sin necesidad de consumo energético adicional.
Tecnología fotoluminiscente y sostenibilidad en un solo dispositivo
El separador fotoluminiscente de Abadecom Urban destaca por su alta resistencia a impactos y condiciones climáticas adversas, su larga durabilidad y su eficiencia energética, ya que no requiere electricidad. Estas ventajas lo convierten en la opción preferida de numerosas administraciones locales que están desarrollando infraestructuras de movilidad sostenible. Gracias a estas cualidades, el producto está experimentando un rápido crecimiento en implantación y aceptación, consolidándose como un referente en el sector de la movilidad urbana.
Además de su rendimiento funcional, el separador presenta un impacto medioambiental positivo: por cada unidad instalada se evita la emisión de 22,75 kg de CO₂ a la atmósfera. El dispositivo luminiscente se activa con luz solar o artificial y ofrece una luminiscencia superior a 12 horas, siendo visible a más de 400 metros.
Las partes reflectantes incorporan cinta microprismática de alta intensidad, homologada bajo la norma ASTM D4956 tipo I/II y EN12899 RA1, con una visibilidad superior a 50 metros.
Especificaciones técnicas y ventajas operativas
El separador mide 700x160x100 mm, tiene un peso de 6,5 kg y se encuentra disponible en colores negro y amarillo. Su sistema de fijación, mediante tornillos de anclaje, permite una instalación rápida, limpia y eficaz, recomendándose una distancia de 1,50 metros entre unidades para garantizar un funcionamiento óptimo.
Está fabricado con PVC 100% reciclado, lo que proporciona una estructura robusta, resistente a los rayos UV y a los impactos, con un mantenimiento mínimo y una durabilidad prácticamente ilimitada. Además, presenta propiedades higiénicas y estériles, es anti vandalismo y fácil de limpiar, lo que lo convierte en una solución altamente funcional para entornos urbanos.
La pintura utilizada está libre de disolventes y sustancias tóxicas, y cuenta con homologación por parte de tráfico, incorporando esferillas reflectantes de alta intensidad. Bajo pedido, se pueden añadir piezas fotoluminiscentes adicionales, con un brillo verde claramente visible incluso en condiciones de baja iluminación. Estas piezas están diseñadas para operar eficientemente en un rango de temperaturas comprendido entre -15 °C y 50 °C.
“Nuestro objetivo es contribuir a que las ciudades sean espacios más seguros y sostenibles. El separador fotoluminiscente es una innovación pensada para proteger a los ciclistas, facilitar la convivencia vial y, al mismo tiempo, reducir el impacto ambiental”, concluyen desde Abadecom Urban.