33.6 C
Madrid
InicioEl abogado Eric Vanden Berghe analiza el impacto de la inteligencia artificial...

El abogado Eric Vanden Berghe analiza el impacto de la inteligencia artificial en el proceso penal

Eric Vanden Berghe es abogado penalista en VB Abogados, despacho fundado en 1980. Desde entonces ha sido testigo de una auténtica revolución en la profesión jurídica: de largas jornadas de estudio en bibliotecas físicas y el manejo de repertorios impresos de jurisprudencia, se ha pasado a un escenario marcado por bases de datos en línea, comunicaciones telemáticas con los juzgados, plataformas digitales de gestión procesal y, más recientemente, la irrupción de la inteligencia artificial y los asistentes digitales como nueva frontera tecnológica.

¿Puede la inteligencia artificial sustituir al abogado?

La inteligencia artificial no puede, hoy por hoy, sustituir al abogado. Es cierto que muchas voces de cierta entidad advierten que la IA terminará por “barrer a todos los profesionales”, pero esa visión ignora algo fundamental: la defensa no es solo técnica. Lo que sí es real es que la IA está en condiciones de sustituir a los abogados que trabajan de manera mecánica, casi robótica, en tareas repetitivas y sin valor añadido. Redacción automática de contratos, revisión masiva de cláusulas, búsqueda básica de jurisprudencia… ahí la máquina ya es más rápida y más barata. El futuro no será abogado frente a máquina, sino abogado con máquina frente a abogado sin ella.

¿La inteligencia artificial puede poner en riesgo los derechos fundamentales en el proceso penal?

Sí, y de forma directa. El uso de algoritmos opacos o mal entrenados puede vulnerar el principio de igualdad, introducir sesgos discriminatorios y comprometer la presunción de inocencia. Además, si no se garantiza el control humano, se corre el riesgo de qué decisiones que afectan a la libertad o a la intimidad se adopten sin la debida ponderación constitucional. En materia penal, la IA debe estar siempre sometida a los límites de la Constitución y al control de jueces y abogados.

¿Qué valor añadido puede aportar la IA a la práctica del derecho penal?

La IA permite analizar jurisprudencia en segundos, comparar resoluciones de distintas audiencias provinciales, identificar reformas legislativas y sistematizar doctrina. En un procedimiento complejo, donde cada minuto cuenta, esa rapidez se traduce en calidad percibida por el cliente y en una ventaja frente a la acusación.

¿Qué riesgos implica su uso en el proceso penal?

El mayor riesgo es que la IA produzca alucinaciones, es decir, respuestas inventadas que aparentan ser jurídicas, pero carecen de base real. A esto se suma la vulnerabilidad a manipulaciones externas, que permitirían a terceros alterar resultados o sesgar decisiones. Y existe además el peligro de que evolucione hacia cierta autonomía, tomando decisiones sin control humano. Por eso, en el proceso judicial la IA solo puede ser un apoyo, nunca un sustituto de la verificación y el juicio crítico del abogado o del juez.

¿Cómo ha evolucionado la tecnología desde la apertura del despacho en 1980?

VB Abogados ha estado en primera línea durante más de 40 años. La evolución ha sido radical: se ha pasado de consultar tomos de jurisprudencia en papel y mecanografiar escritos a trabajar con bases de datos digitales y presentar escritos telemáticamente. La IA representa una nueva etapa de esta transformación: no es una ruptura con el pasado, sino un paso más en la digitalización de la justicia.

¿Será necesario que los abogados aprendan nuevas competencias para trabajar con IA?

Absolutamente. Igual que en su día hubo que aprender a manejar bases de datos jurídicas, ahora se requiere dominar la llamada ingeniería de prompts: saber formular preguntas claras y precisas para obtener respuestas útiles. Esta será una competencia clave, porque un abogado que sepa guiar la IA tendrá una ventaja competitiva real frente a otro que la ignore.

¿Puede la IA poner en riesgo la confidencialidad abogado-cliente?

Ese es uno de los puntos más delicados. El uso de IA debe realizarse bajo estrictas medidas de seguridad, con transparencia hacia el cliente y sin comprometer el secreto profesional. La abogacía no puede permitirse frivolizar con datos sensibles: la confianza es la base de la relación letrado-cliente y ningún avance tecnológico puede erosionarla.

¿De qué manera puede la IA mejorar la eficiencia en los procedimientos penales?

La IA puede ayudar a identificar contradicciones en declaraciones, sistematizar pruebas electrónicas o sugerir líneas de argumentación basadas en jurisprudencia previa. En un proceso penal, donde las pruebas digitales (WhatsApp, correos, videoconferencias) son cada vez más frecuentes, estas herramientas pueden reducir el tiempo de análisis en más de un 30%, como ya muestran estudios de la American Bar Association.

¿Cómo se proyecta el futuro en un mundo con inteligencia artificial?

El compromiso en VB-Abogados es claro: integrar la IA como herramienta de apoyo, sin perder la esencia de la abogacía penal. Formar al equipo en competencias digitales, verificando cada resultado en fuentes oficiales y manteniendo siempre al ser humano en el centro de la defensa. El futuro no será abogados contra máquinas, sino abogados que, con ayuda de la IA, defienden mejor los derechos y libertades.

Eric Vanden Berghe cree que la inteligencia artificial no va a eliminar la abogacía penal, pero sí transformará radicalmente su práctica. Los despachos que ignoren este cambio quedarán atrás. Quienes la integren con rigor, criterio y ética reforzarán la calidad de su trabajo y el prestigio de la profesión.

Últimos artículos

Explora más