El año 2023 fue uno de los más destacados para la industria hotelera en España, con cifras récord para los negocios del sector y una proyección favorable hacia 2024. Sin embargo, estas expectativas de crecimiento también vienen acompañadas de numerosos desafíos para estos establecimientos, tanto a nivel técnico como operativo.
Así lo destaca Julián Ramírez de la Piscina, actual CEO del Grupo Inmobiliario Turístico (GIT), quien señala que este segmento necesita adaptarse a los cambios y retos del mercado moderno. Su análisis profundiza en varios ejes clave para esta industria que marcarán su rumbo futuro.
Los desafíos estructurales actuales en el sector hotelero
Según el análisis de Julián Ramírez de la Piscina, uno de los mayores desafíos de la industria hotelera en España radica en su inadecuado parque inmobiliario. Muchos establecimientos fueron creados a partir de edificaciones preexistentes adaptadas para funcionar como hoteles, y son o bien inadecuados para operar óptimamente, o bien no disponen del tamaño adecuado para ser rentables.
La infraestructura de estos establecimientos no está diseñada para este tipo de negocios, lo que dificulta la flexibilidad operativa necesaria para adaptar la gestión del personal a sus necesidades. Esto se combina con la rigidez de la legislación laboral, que impide ajustar el número de empleados según los picos de demanda, ya que este sector requiere operar muchas horas y, por tanto, necesita una operatividad por horas más que por turnos. Además, existe el gran problema de la dificultad actual para conseguir trabajadores.
Otro factor que contribuye a la inadecuación del sector es la cuestión de las subvenciones. Estos mecanismos generan un crecimiento artificial de instalaciones no competitivas, que terminan dependiendo de estas ayudas para lograr una gestión exitosa y, generalmente, acaban fracasando porque no se basaron en estudios de mercado, sino en la disponibilidad de fondos para la inversión.
A esto se suma la despoblación actual en España y Europa de extensas áreas, lo que genera una mayor polarización en la demanda. En este contexto, la afluencia se concentra progresivamente en zonas costeras y urbanas, dejando a otras regiones en una situación cada vez más marginal. Esto ha obligado al cierre de numerosos establecimientos de menor escala en las áreas despobladas.
La tecnología y la industria hotelera: una perspectiva a futuro
Junto con los desafíos y tendencias del mercado, el desarrollo tecnológico representa un reto trascendental para el presente y el futuro de la industria hotelera. Actualmente, las tecnologías digitales ofrecen diversas posibilidades para reducir costes, automatizar tareas y optimizar la eficiencia operativa.
En este sentido, Julián Ramírez de la Piscina señala que el futuro del sector camina hacia la automatización de procesos, como la gestión automatizada del ingreso y egreso de los huéspedes a través de aplicaciones digitales. Estas innovaciones no solo mejoran la experiencia del cliente y su nivel de satisfacción, sino que también permiten a las empresas operar sin depender de los factores volubles del operario humano, reduciendo los costes operativos y aumentando la competitividad.
Cada vez más negocios del sector hotelero están enfocando sus inversiones y operaciones hacia la innovación tecnológica, buscando adaptarse a las nuevas herramientas que marcan la evolución de innumerables industrias y aprovechar así sus múltiples beneficios.
Dado que el parque hotelero turístico español se desarrolló en los años 70 y 80 para un turismo muy frugal y de larga estancia, el gran reto actual es sustituir esta infraestructura por complejos modernos, más lujosos y de diferentes dimensiones. Un gran porcentaje de la oferta española es inferior a tres estrellas y lleva décadas siendo obsoleta.
